Quisiera ser poeta, un poeta conocido
Alguien como Neruda, Benedetti o Pessoa,
Sin embargo nadie podría identificarme como poeta,
Como dice mi maestro favorito Jaime Sabines,
Debería haber una estrella en la frente o un resplandor visible
Que nos identificara como poetas,
He de pensar que si eso pasara, aun así no me serviría de nada,
De nada me serviría convertirme en un poeta,
No podría tener mi club de fans
Porque entonces se perdería toda poiesis,
¿Y qué dirá la gente? ¡Mira allí va caminando un poeta!
Por supuesto un poeta sin nombre,
Y entonces me preguntaría si toda esa gente que ve en mí un poeta,
Conocería mis escritos, mi forma de vida, mi forma de pensar, actuar,
Mi forma de reír, mi forma de llorar,
En conclusión ¿es bueno ser un poeta? Supongo que tampoco es malo,
Sin embargo los grandes artistas me han enseñado que para ser un poeta
Es necesario querer dejar de serlo,
Por lo tanto que soy, Me pregunto, ¿soy poeta?
Si lo digo dejo de serlo y si afirmo que no lo soy
Puedo ser acusado de pretensioso, de querer ser un poeta,
Que bah, mi corazón me exige que siga escribiendo
¿Escribiendo qué? Simplemente escribiendo.
jueves, 29 de enero de 2009
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