jueves, 5 de febrero de 2009

EL ANTICRISTO a.C.

El Anticristo célebre personaje que nos plantea la Iglesia católica-apostólica-romana como el Némesis de Cristo, el hijo de Lucifer el que vendrá al mundo antes del juicio final a traer destrucción y muerte, por otra parte si leemos la palabra anticristo y la partimos en dos, sabemos que el prefijo anti significa (contra o en contra de) entonces la palabra querría decir lo que esta en contra de Cristo[1] y con cristo nos referimos a este personaje tan importante actualmente a nivel mundial que es Jesucristo por el cual se creó el cristianismo promulgado por Pablo, y por último tendríamos el significado de lo que esta en contra del cristianismo, por eso Nietzsche nombro a una de sus obras así “el Anticristo” la cual es precisamente una crítica al cristianismo, a la Iglesia como institución y al surgimiento de este dogma, en muchos de los argumentos de Nietzsche podríamos reflejar muchos de los caracteres de la antigua cultura romana.

La forma en la que los romanos llevaban su religiosidad es sumamente interesante y esta muy lejos de lo muchas veces enseñado en las primeras instituciones escolásticas[2] es decir, que los romanos eran una copia cultural de los griegos, sabemos que los romanos tenían una forma de “religión” muy vivencial, ellos al creer severamente viven su religión esto para Nietzsche es más que perfecto “el reino de Dios no es algo que haya que esperar; no tiene un ayer ni un mañana lejano, no llegará dentro de mil años; es una experiencia vivida en el corazón, esta en todas partes, no en lugar en concreto”[3] de igual forma podemos ver semejanzas con la religiosidad romana en otras partes de esta obra de Nietzsche recordemos que los romanos creían en fuerzas, es decir todo aquello que tuviese anima[4] y me vuelve a recordar algo que el autor menciona:

Desde que se fijó el término naturaleza en oposición al concepto de Dios, lo natural se volvió sinónimo de reprobable. Ese mundo de ficciones se basa en un odio hacia todo lo natural, que es la realidad misma, por lo que se traduce en una profunda aversión a todo lo real[5]

Esto era la esencia del romano pero entonces que pasó con todo este conocimiento o creencia, por que para las guerras púnicas y después del contacto con los griegos los romanos comenzaron a abstraer su cultura:

Cuando no se sitúa en la vida su propio centro de gravedad, sino en el mas allá en la nada, se despoja a esta de su esencia. La gran mentira de la inmortalidad personal le quita al instinto todo lo que tiene de razón, de naturaleza. Desde ese momento, todo lo que hay en los instintos de beneficio, de favorecedor de la vida y de garante del futuro, despierta desconfianza. El sentido de la vida se convierte entonces en vivir de manera que ya no tenga sentido vivir[6]

Además desde antes de la adopción griega por parte de los romanos, estos últimos ya tenían un punto en su contra, podríamos llamarlo soberbia, egocentrismo, o simplemente superioridad o hegemonía tal vez, recordemos que los romanos eran seres humanos que podían adueñarse de las fuerzas estando en casa o en caminos, Júpiter podía ser parte de ellos, Nietzsche asociaría esto con la moral “Y es que no hay nada mejor que la moral para tener agarrada a la gente por el pescuezo. Tras esta modestia aparente se esconde en realidad la arrogancia consciente de quien se cree elegido. Este ha sido el tipo más funesto de delirio de grandeza que se ha dado hasta hoy sobre la tierra”[7]

En conclusión no me parece extraño que los romanos en alguna parte de su historia hayan tenido que adoptar una serie de culturas ajenas a la suya o por lo menos a permearse de ellas para sobrevivir, creo que una civilización al volverse cosmopolita tiene una gran reto que afrontar, y este es el poder controlar la diversidad de etnias y ó grupos culturales que se encuentran en un territorio, esto es factor de guerras civiles, revoluciones y demás tipos de guerras ideológicas, políticas, culturales, no es extraño que una figura como la de Jesucristo se haya desenvuelto en Roma y después haya sido adoptada su doctrina en dicha cultura o civilización los romanos clavaron su propia tumba al aceptar una diversidad de dogmas entre otras cosas, ellos eran el anticristo en persona; sin embargo terminaron yendo en contra de lo que profesaban en sus inicios como civilización, en Roma el Anticristo había nacido desde antes del nacimiento de Jesús, es decir el anticristo había nacido antes de Cristo[8].
[1] Cristo es una variante del hebreo mashiaj, Mesías que quiere decir el salvador.
[2] Esto por lo menos en México a en los niveles de primaria y secundaria en algunos casos podría ser hasta medio superior o bachillerato.
[3] Lo antes dicho por Nietzsche suena mucho a la religiosidad romana, su Júpiter, su Marte, su Juno, etc. están en todas partes. Friedrich Nietzsche, El Anticristo, México, Grupo Editorial Tomo, 5° edición, 2005, 68 pp.
[4] Entendiendo como anima todo aquello que tiene vida y no como alma que actualmente puede interpretarse de esa forma.
[5] Los romanos creían que todo tenía anima, hasta el domus que era el lugar donde habitaban, en todas partes estaban estas fuerzas protectoras, eran parte de la naturaleza misma, no tenían que inventarse o imaginarse algo surreal, intangible, su religión simplemente estaba ahí, en el mundo en que vivían. Friedrich Nietzsche, El Anticristo…30 pp.
[6] Quizás los romanos comenzaban a darse cuenta que su cultura tenía más que dar al mundo, su dominio por la tierra y el pensamiento apenas comenzaba, comenzó a preocuparles el futuro y decidieron adoptar a estas divinidades con imagen propia, decidieron conocer a sus protectores y quizás someterse en parte a ellos. Friedrich Nietzsche, El Anticristo…81pp.
[7] Quizás esto suene un tanto sentencioso de mi parte sobre la cultura romana, sin embargo soy de los defensores de la premisa de que los grandes imperios están condenados a desparecer, cosa que se ha visto a lo largo de la historia de la humanidad. Friedrich Nietzsche, El Anticristo…86pp.
[8] Cabe aclarar que estas conclusiones, lejos de sonar como un dato curioso, es una reflexión muy personal, quizás el Anticristo de Nietzsche tiene mas cosas en común con el imperio romano, tal vez necesitaría estudios hermenéuticos, epistemológicos y filológicos, mientras tanto de mi parte no podría encontrar más semejanzas.

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